Un dìa como cualquier otro un señor transitaba por una calle que llevaba hacia un bosque,desde lo alto de esa calle so lograba ver la belleza de ese bosque,y transitando por ese lugar el señor se encontrò con un anciano que desde la indigencia contemplaba el paisaje mientras pedìa monedas a las personas que por ahì pasaran. El anciano miraba al bosque pero el señor se percatò que no lo hacìa no maravillandose ante lo majestuoso de esos pinos y el cantar de la aves,sino que lo hacìa con tristeza y desilusiòn en sus ojos,lo cual llamò la atenciòn de èl,y para no quedarse con la duda se acercò al anciano para preguntarle del porquè de la tristeza en su mirada,y al llegar a donde èl se encontraba el anciano alzò su mano para pedir una moneda y el señor dàndosela le preguntò: digame señor ¿porquè estando ante tan bello paisaje lo veo triste? el anciano lo mirò y le dijo: es obvio ¿acaso no vè usted mi pobreza? no tengo hogar,no tengo para comer,no tengo nada en la vida,jamàs la vida me ha dado la oportunidad de nada,siempre la he esperado pero jamàs llegò,èl hombre aceptando la respuesta del anciano agachò su cabeza y se retirò.
Dìas mas tarde el mismo señor regresò a ese maravilloso lugar y lo estuvo haciendo por varios dìas,ya que al haberse acercado al anciano se percatò que èl siempre estaba sentado encima de una vieja caja,ya toda gastada y a punto de romperse,el anciano siempre cargaba con ella y siempre habìa sido su asiento en ese lugar para pedir limosma,y al pasar de los dìas la curiosidad de dicho señor creciò y nuevamente se acercò al anciano para preguntarle acerca de esa misteriosa caja,del porquè habiendo tantas no la cambiaba por otra,y siendo asì le preguntò a lo cual el anciano respondiò: esta caja la encontrè hace muchos años,cuando me quedè sin nada la tomè y me ha acompañado a lo largo del tiempo y siempre me he sentado en ella,y el señor con curiosidad aùn le preguntò ¿y alguna vez ha visto usted que hay dentro de esa caja? a lo cual el anciano respondiò: "no, jamàs la he abierto" no sè que haya en su interior,sòlo la he utilizado para que sea mi asiento en este lugar.
Entonces el señor en su inmensa curiosidad le dijo al anciano ¿y porquè no la abre y asì finalmente usted sabe que hay dentro de ella? a lo cual el anciano sin mucho interès pero con tal de librarse del curioso accediò y se levantò y abriò el seguro con que dicha caja se aseguraba,y al abrirla su sorpresa fuè descomunal,quedò sin habla y sin poder moverse,ya que dentro de dicha caja se encontraba una gran cantidad de monedas de oro, eran cientos de ellas,el anciano no cabìa de felicidad,lloraba y gritaba "soy rico soy rico" y volteò a ver al señor para agradecerle por haberle dicho y convencido de abrir esa caja,pero a la vez en un tono un tanto melancòlico le dijo: "tantos años padeciendo hambre,frìo y miseria y Yo estaba sentado encima de mi fortuna"
La moraleja de esta historia es,que casi siempre las oportunidades y todo aquello que nos puede hacer felices,lo tenemos tan cerca de uno mismo y no nos queremos dar cuenta,Dios y la vida siempre nos dan todo,pero por encerrarnos en los problemas y en la tristeza no queremos ver esos regalos que nos son concedidos.
Abre tu corazòn y ten Fè,nunca decaigas ante situaciones complejas o ante la tristeza,siempre ten la certeza que todo va a ser mejor,cree en ti,date la oportunidad de Ser feliz,porque las sorpresas estàn tan cerca de tì como lo està tu respiraciòn.
muy linda historia...!
ResponderEliminarTe invito a visitar mi blog, también...
diosesencuerposhumanos.blogspot.com
Muchas gracias,me da alegria q te haya gustado,este blog es para ustedes,con gusto visito ahora el tuyo. Namaste.
ResponderEliminar