Hubo un día que entre un gran valle rodeado de altas montañas caminaban un padre y su hijo,recorriendo esos hermosos paisajes el niño tropezó y se lastimó,y al producirse tan dolorosa caída gritó en reacción a el golpe que había sufrido exclamando "aaaaah" y a lo lejos se escuchó un sonido que se propagó a lo más lejano de ese valle,el niño extrañado emitió otro grito preguntando ¿quién eres? a lo que nuevamente escuchó que repetían lo que él había gritado, el niño sorprendido preguntó a su padre:
¿Papá, quien es la persona que copia lo mismo que yo estoy gritando?
El padre sonriendo por la inocente pregunta de su hijo,le respondió:
Eso hijo mío es lo que conocemos como eco,pero en realidad es la vida.
El niño no alcanzaba a comprender lo que su padre le había explicado,y entonces el padre le dijo:
Mira hijo lo que ahora sucederá,y el padre gritó al vacío "Te Amooooo" seguido a eso el eco regresó esas mismas palabras,y emitió otro grito diciendo "eres maravillosoooo" y nuevamente ese mismo sonido regresó a ellos,entonces el padre explicó al niño que el eco es la vida misma,ya que lo que tú des a ella pues lo mismo te regresará. Si día a día tú das palabras y acciones que lastimen a los demás,eso mismo te regresará la vida,si tus palabras llevan amor y tus acciones una sonrisa,eso mismo te devolverá la vida.
La moraleja de este cuento es de que como el niño debemos aprender que todo en esta vida se da tal cual y como nosotros la creamos,en aquello que decimos,damos o pensamos,tanto a nuestros semejantes como a nosotros mismo,por eso dar un cambio de mirada a la vida es lo que nos dará esa felicidad que estamos buscando.